Hoy comemos fuera

Menú para una cena romántica (empezando por el final):
- Postre: tabla de besos.
- Segundo plato: chuleta de ternura.
- Primer plato: langostinos con gabardina o exhibicionistas.
- Entrante: ensa-ladilla.
Observaciones: el romanticismo no está reñido con el sexo, pero conviene ir poco a poco. Por eso se recomienda empezar esta cena por el final, de manera que los besos y la ternura lleven naturalmente a lo otro. El exhibicionismo de los langostinos (que pueden servirse sin gabardina si queremos aumentarlo) inaugura el encuentro sexual, que termina (y esta es la parte más prosaica de la cena) con la desagradable irrupción de los parásitos púbicos.

Menú para masoquistas (1):
- Chorizo o ladrón de guante blanco (a elegir)
- Navajas (del chorizo).
- Riñones salteados (por el chorizo).
- Robo de toro (clavada).
- Estafado de ternera (lo dicho, clavada).

Menú para masoquistas (2):
- Sal-chichón.
- Torta de la abuela (cachete).
- Té frío con limón (y luego te hiervo en aceite de oliva).

Menú de dieta:
- Fi-(h)ambre.
- Em-pan-(n)ada de pulpo.

Menú para discapacitados (lo que se come se cría, excepto Saturno, que se comía a sus hijos para no tener que criarlos):
- Lente-jas (para miopes).
- Oreja de cerdo (para sordos)
- Manos de cerdo (para mancos)
- Patitas de cordero (para cojos).
- Morros de ternera (para tímidos)
- Rabo rebozado (para castrati).
- Sangrecilla (para hemofílicos)
- Cabello de ángel (para calvos).